Nos despertamos en el albergue de ORENSE, casi todos ya se habían marchado, pero nosotros teníamos que hacer varias cosas antes de salir de esta bonita ciudad, lo primero ir a ponerle a María la inyección de Urbason para que se le bajara el hinchazón de la rodilla, después hacer unas gestiones en la Oficina de Correos.
Este es el momento que salíamos del albergue, como veis a escasos metros está este cruceiro.
De camino pasamos por este monumento a la castañera.
Antes de cruzar el puente de piedra hay una cafetería que nos recomendaron ayer y paramos a desayunar…como veis el desayuno fue una pasada, creo que fueron 4 euros por los dos.
Fijaros en los tejados de las casas del otro lado, la rampa del puente es tal que se comienza en la parte más baja y en su parte alta estaremos a la altura de los tejados.
María unos metros antes de la parte más alta del puente.
María bajando el otro lado del puente.
La primera piedra grabada que veíamos hoy fue en las calles de Orense.
La siguiente parada fue en la Oficina de Correos para mandar un buro fax por un asunto de trabajo.
A eso de las 10:30 dejamos la ciudad por esta carretera en dirección al puerto.
Comenzamos a subir el puerto, son las 10:50, y entre el hospital y correos se ha alargado demasiado, por lo que al salir tan tarde optamos por la carretera, además María lleva dos días con unas rozaduras del sillín y los caminos son lo peor para esa parte tan delicada.
No sé si es que el puerto es largo o que las fuerzas flaquean pero la verdad es que a mí se me hizo muy pesado.
Ya llevábamos un buen rato subiendo y me paré a sacar esta foto de Orense desde este punto, aunque todavía nos quedaba mucha subida.
Gracias a que en toda la subida la carretera dispone de carril para vehículos lentos más el arcén, los coches pasaban muy separados.
En toda la carretera desde nuestra salida desde Sevilla los símbolos jacobeos o del camino de Santiago serán siempre compañeros de viaje.
Llegamos al desvío para la Ribera Sacra, otro de los caminos pendientes de hacer.
Al fondo tres ciclistas, son los tres del Tiemblo Maxi, Diego y Antonio; en algunos momentos los alcanzamos y en otros se alejan, como se dice en el argot ciclista… haciendo la goma.
Entramos en este pueblo con dos vertientes y en su parte más alta esta el fin del puerto.
María volando sin Red Bull y con dos inyecciones de Urbason por la picadura del tábano.
Esta foto lo dice todo, súper contenta por haber subido otro puerto y en su cara el cansancio acumulado después de tantos kilómetros.
Nos acercamos al cruce donde se separan los caminos para Lugo o para Santiago.
A partir de aquí el trafico descendió bastante, yo diría que más de la mitad.
Qué alegría… la primera bajada del día, nos dejamos llevar por la inercia dando un descanso a las piernas.
Aunque la bajada no era muy pronunciada se agradeció bastante, en este tramo comenzamos a ver peregrinos por el arcén izquierdo. Entramos en el Concello de Vilamarin.
Después nos encontramos con esta zona de llaneo poco usual en Galicia y seguimos viendo peregrinos por el arcén.
Uno de tantos desvíos en el camino.
Unos 800 metros más adelante entramos en este pueblo.
En este punto el camino vuelve a cruzar la carretera.
Seguimos pedaleando y llegamos a Sobreira.
Nos adentramos en una zona de bosque preciosa, lástima que no podamos ir por el camino.
Entramos en este Concello famoso por sus hornos de pan.
El siguiente pueblo Faramontaos nos trajo recuerdos de nuestro paso por Zamora… Faramontanos de Tábara.
Tronco de árbol milenario.
Pronto comenzamos a ver carteles de hornos caseros o familiares donde hacen este pan tan bueno y famoso.
Después de ir el camino un rato por el arcén se desvía a la derecha.
La carretera se torna en subidas y bajadas suaves, aunque esta no lo fue tanto.
En lo más alto estaba este pueblo Casas Novas
Después de un rato pedaleando llegamos a Paramios… ¡cómo no, en subida!.
Al final de la cuesta esta hay un bar donde tienen de todo.
María llegando al bar, en este punto tiene la parada el bus Orense a Santiago, pues Cea está a escasos 800 metros.
Paramos a tomar unas coca-colas, sellar y ¿cómo no? a degustar la empanada con pan de CEA, aunque a mí no me gusta la empanada reconozco que estaba muy buena y a María le gustó mucho, aquí la veis poniendo la crónica en directo de lo acontecido hasta el momento.
Para que se os haga la boca agua.
Dejamos el bar donde tienen de todo y a escasos metros el cruce de Oseira, al que no pudimos ir por falta de tiempo, además teníamos que regresar a Madrid para atender a mi madre.
El siguiente tramo sería en bajada.
El siguiente pueblo Fondo de Cea.
Entramos en el Concello de Pinor
Llegamos al desvío por el que hubiéramos salido de haber podido ir al Monasterio de Oseira…fue una lástima el no poder ir.
Pasamos Lagoas.
Pronto llegamos a Torquedo.
A nuestra izquierda se quedó este horreo muy bien conservado.
Al ser todo bajada el tiempo entre pueblo y pueblo se hace más corto.
Pero ajenos a lo que nos esperaba llegamos a este punto donde nada más cruzar el puente comenzaría una subida interminable.
Una parada para beber agua, saqué esta foto sin saber que casi tendríamos que pasar por esas montañas.
La subida sigue y sigue.
Curioso cartel en la pared de esta casa
Los kilómetros caen tan despacio que los contamos de uno en uno.
Entramos en Carballeda y esto no tiene pinta de dejar de subir.
Los hórreos gallegos están por todos lados.
Nos pusimos contentos… por fin una fuente, pero esta era solo para las vacas.
La siguiente parada fue para estirar las piernas y de paso ver esta antigua Iglesia con su cementerio en el mismo perímetro y rodeado este por un muro de piedra.
Nos llamó la atención que el suelo donde pisábamos era de las losas de las tumbas, recordaba un poco al Monasterio de Guadalupe.
Suelo de tumbas.
Salimos a pedalear y seguimos subiendo las rampas cada vez son más duras. Entramos en la Provincia de Pontevedra.
Entramos en otro Concello esta vez el de Cozon. Zona muy de bosques y con carteles de posibilidad de que se crucen ciervos por la carretera.
La larga cuesta hizo estragos, parecía no acabar nunca, aquí vemos a Antonio con las piernas tocadas subiendo empujando la bici y a María en el momento de adelantarle.
Al llegar a mi altura le di un consejo a María…sube despacio y sin forzar pues no sabemos lo que duraría la dichosa cuesta.
Por fin llegamos a la parte más alta de la cuesta, ya casi habíamos perdido la cuenta, desde el puente del rio la cantidad de pedaladas que hemos dado, pero por fin estamos arriba en el alto de San Martiño.
Entramos en Dozón con bastante calor pero al fin en ligera bajada.
Siguiendo las indicaciones del camino.
Aquí el desvío para el albergue.
Llegamos a este albergue para descansar un rato y de paso sellar la credencial
Pero al final y después de esperar un buen rato no apareció el hospitalero y nos fuimos sin el sello.
Otra vez subida, pero esta vez lo llevamos mejor, aquí estoy en la cota más alta del Alto de Santo Domingo.
Aquí vemos a María iniciando esta bajada.
María mandando un saludo a todos.
La bajada sigue, pero ya veremos como acaba esto.
No sé si será por la hora pero estamos solos en la carretera.
Al no haber tráfico me puse en el otro carril para sacar esta foto.
Entramos en el Concello de Lalin donde pensamos parar a comer.
Después de una cuesta bastante fuerte por fin las primeras casas de Lalin, aunque cuidado este pueblo es muy grande y desde que entras hasta que sales pasa un buen rato.
Paramos a comer en el restaurante O Silencio, lo recomiendo pues comimos fenomenal a precio de peregrino, después mientras tomábamos un café con hielo pusimos la crónica, mas tarde llego PARRA un hombre que lleva todo lo necesario para la marcha de carros del padre Blas, me dijo que me quedara que hoy había fiesta en la plaza mayor con la llegada de los carros, le dije …mira Parra ya ha salido María y tenemos el problema de mi madre por lo queremos llegar lo antes posible a Madrid, me despedí de él y le dije que le diera recuerdos al padre BLAS, hacia tan solo 6 días que estuvimos con él en su albergue.
Con María delante comencé a pedalear con fuerza, pase el puente de piedra y en la recta no se la veía.
Esperaba verla tras esa cuesta por lo que seguí a buen ritmo.
Me acerco a un pueblo, por el camino varios peregrinos me dicen que María va delante.
Entrando en Prado.
Otro desvío y sigo sin verla, comienzo a mosquearme.
El pueblo es bastante largo, al menos en lo que se refiere a casas a ambos lados de la carretera.
Bueno me imagino que María sigue delante, supongo que en la siguiente recta la veré.
Sigo solo pero pienso que igual me he entretenido más de la cuenta con Parra.
Al llegar a esta altura los carteles me llevan a la derecha para ver la iglesia parroquial.
Bonita iglesia, en el centro un peregrino de piedra y a la derecha un cruceiro.
Aquí podéis ver mi bici junto a la estatua del peregrino.
Cartel en la puerta de la iglesia Santiago de Taboada.
Bueno después de ver esta maravilla decidí continuar, supongo que a María es imposible cogerla a no ser que se pare a esperarme y estoy llegando a Silleda.
Al llegar a la rotonda vi a María que me estaba esperando, que alegría, ya estaba preocupado pero juntos otra vez entramos en Silleda.
Este sería nuestro destino final para el día de hoy, pero aun nos quedaban cosas por ver y cosas que contar.
Entramos muy contentos en el albergue.Pero la alegria nos duro poco.
Este albergue anunciado hasta la saciedad en todos los sitios resulto ser, algo a lo que los peregrinos llamamos negocio sucio, os cuento al llegar a la recepción un cartel de completo, y un teléfono móvil, al que llame muchas veces sin que se dignaran en cogerlo, se acercó un peregrino y me dijo que tenían el albergue ocupado por un grupo que venía haciendo turismo barato con maletas y zapatos.
De pronto entraron 7 u 8 coches llenos de personas de todas las edades, algunos de ellos de sport y otros no tanto, en todos los años que llevo en este mundillo del camino ya es la segunda vez que me pasa, quizá esté cambiando todo y en el futuro los peregrinos iremos al camino con zapatos, maleta y coche.
Espero que no… y que los albergues se dediquen a acoger a peregrinos y no a turistas por muy rentable que eso sea, siempre irá en detrimento del propio camino.
Al final los que veníamos muy cansados nos tuvimos que marchar al siguiente pueblo, por el camino me llamó Maxi del grupo de los del Tiemblo y me dijo que la solución era el polideportivo, le dije que iba a mirar un hotel que ya no podíamos seguir más adelante, pero el dueño del hotel me dijo un precio que me pareció excesivo y además lo hizo porque sabía que el albergue estaba lleno, vamos que subió los precios de repente. Llamé a Maxi y le dije que nos íbamos al polideportivo.
Al llegar me atendió el socorrista de la piscina y un amigo suyo al cual le di y le doy las gracias, me llevó a la Casa Consistorial y Cultura para que nos dieran la llave.
En la Casa Consistorial nos dijeron que Protección Civil vendría a traérnosla y nos fuimos para el polideportivo, llamé al grupo de MAXI y minutos después llegó el chaval con la llave, nos selló la credencial y se marcho.
Con el poli vacio nos hicimos las camas y nos duchamos, después nos fuimos a cenar a un bar que me mandó el socorrista y nos comimos una hamburguesa bastante grande y completa que estaba buena, aquí aprovechamos para poner la crónica de la tarde y poner al día a los seguidores.
Más tarde nos fuimos al poli pero yo no me pude acostar hasta que no se cargo el GPS y utilizar el enchufe para que se cargara el móvil, cuando llegué a la cama María ya estaba dormida.
Aquí acababa otro día mas en el camino con una nueva experiencia… la de dormir en el polideportivo de BANDEIRA.
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Que rabia… estábamos esperando el resumen de vuestra llegada a Santiago y nos hemos quedado con la miel en los labios.
ResponderEliminarEsperaremos que se subsane la avería.
Un abrazo compañeros.
Javi y Solé