sábado

ETAPA 4 : MÉRIDA – CÁCERES

Lunes, 2 de Agosto de 2010

Amanece en Mérida, en el albergue del Pancaliente, que haciendo caso a su nombre ha sido una noche muy calurosa, el calor no nos ha dejado dormir a ninguno, ha sido como estar dentro de una sauna. Además el agua sale caliente, las tuberías en Mérida deben estar a nivel de tierra, no te queda ni el alivio de una ducha fría.



Como veis las bicis están casi listas, José y Silvestre saldrían los primeros.


Siguiendo las flechas nos llevan a este bonito parque donde puedes recrear la vista viendo esta obra de arte.



Aquí estoy junto al Acueducto de Mérida, pisando una alfombra de césped de un verdor especial.



Fijaros en las torres, en su alto todas tienen nidos de cigüeñas.




María pasando por el puente de piedra, a nuestra derecha el acueducto.



Ultima foto al otro lado del puente.




Siguiendo las flechas el siguiente tramo se hace por una carreterilla que nos lleva al embalse de Proserpina.




Al pasar una rotonda sale un carril bici a la derecha por el que circulamos hasta el final del mismo.




En la subida encontramos el primer peregrino que estaba en el albergue y con él que estuve hablando el día anterior, me puse a su paso y le pregunté por el palo tan grande que llevaba , además lo usaba en el hombro, bueno no supo responderme, quizá le dio por llevarlo hay un rato.




Al llegar a la parte más alta de la cuesta, se ve por primera vez el embalse, aunque aún nos quedan muchas pedaladas para llegar.




En la siguiente rotonda se acaba el carril bici y se sigue recto por una estrecha carreterilla.



María subiendo por la carretera que unos metros más arriba te deja en el embalse.



Estamos en el embalse de Proserpina.




Este embalse fue construido por los romanos al igual que otros monumentos y la calzada romana a lo largo de la vía de la plata.




María pasando por la presa romana de Proserpina.




Hemos cruzado la presa y esta es la foto desde el otro lado.




Bonito paseo a lo largo del embalse.




Nos llamó la atención los chiringuitos en el embalse, los puestos de socorristas, las duchas como en las playas nos imaginamos a los sevillanos el día anterior dándose un buen baño, a buen seguro que lo hicieron.



El camino sigue por esta estrecha carreterilla pero sin tráfico.




Bonitos caballos nos miran al pasar cerca de ellos.




Siguiendo los consejos de Isabel y Paco seguimos la carreterilla hasta el final y aquí enlazamos con la general o mejor dicho la carretera fantasma.



Siguiendo la misma no tardamos en llegar a las cercanías del pueblo.




Se llega a una rotonda y se sigue de frente a escasos 300 metros está el pueblo.



Llegamos a la plaza y nos detuvimos a ver el recorrido que nos esperaba.



Aquí paramos a desayunar y aprovechamos para poner la crónica en directo, mientras estábamos aquí llegaron los vascos y estuvimos hablando con ellos y haciéndoles fotos




Iglesia de ALJUCEN.




Aquí estoy en la fachada de la iglesia.




Decidimos continuar pues nos queda mucho por delante.




Escudo en la puerta del bar donde desayunamos.




María por la calle que se sale al camino.




Dejamos el pueblo por esta carreterilla.




Vista de Aljucen.




Bueno el camino transcurre por el arcén durante unos cientos de metros.



Pasamos por el puente del rio Aljucen, de aguas transparentes.




María marcando el ritmo.




El camino se desvía a la derecha.




Unos km más adelante entramos en la provincia de Cáceres.




Después de unos cuantos km nos acercamos al siguiente pueblo.




Aquí estoy en este cruceiro en las puertas del albergue.




Pase a sellar la credencial.




El albergue está en la última planta.




Después de sellar me fui a donde María me estaba esperando y ¡que sorpresa! allí estaba PACO que al parecer estaba cerca y se paso a despedirnos…con ISABEL controlándonos con el latitude no nos escapamos, que pareja tan maja y para colmo nos trajo una botella de agua mineral fría, muchas gracias PACO por este detallazo y gracias a ISABEL desde los boxes.




El pueblo se deja atrás por este camino ancho y con buen firme.




Seguimos por muy buen camino.




El camino bueno se acaba y ahora el que nos toca es polvoriento y mas estrecho.



En algunos puntos la vegetación quiere adueñarse del camino.




Demasiados cardos y pinchos, no pinchar en este tramo sería todo un triunfo.



Nos acercamos al siguiente pueblo.




Estamos en el puente romano del arroyo de Santiago




Aquí estoy en el puente romano.




Nada más pasar el puente está el pueblo, Casas de Don Antonio.




Cartel indicador de donde estamos.




María cruzando el puente.




En este punto la rueda de atrás de Pinchi dijo basta y ¡cómo no! Pinchi haciendo honor a su nombre.




Otra vez Pinchi….bueno me puse manos a la obra y desmonté la rueda, pero después de los pinchazos de los días anteriores ya no me quedan cámaras, por lo que tuve que repararlo con parches.




El rio me vino de perlas para descubrir el agujero.




Como estábamos a la sombra y ya metido en faena aproveché para reparar las cámaras que tenía pinchadas, de este modo si volvíamos a pinchar cambiarla sería más rápido.




Bueno después de reparar el pinchazo ya estamos en marcha.




El siguiente tramo da miedo, está lleno de cardos, pinchos y abrojos, tocaremos madera.



Llegamos a este miliario.




María sujetando las motos…perdón bicis.




De nuevo al camino.




El siguiente miliario tenía buzón de correos.




A unos metros el mojón indica el número de miliario




Cucú, trás-trás.




Entre un pueblo y otro encontrareis este bonito puente medieval.




A escasos 50 metros del puente se encuentra este miliario correo.




A partir de aquí fuimos al pueblo por el arcén, después de quitar varios pinchos de las ruedas vi como mi cubierta delantera se estaba rajando y se veían las lonas por lo que tuvimos que ir más despacio, al salir al arcén note que la rueda trasera daba bandazos por lo que creímos que la rueda estaba descentrada a consecuencia de los baches y el peso, pero no fue así, la cubierta tenía un huevo en un lateral, ¡qué desastre!.




Este lago se queda a la derecha




María acercándose al siguiente pueblo.




Estamos en ALDEA DEL CANO.




Cartel de bienvenida.




Cruceiro a la entrada.




Clásica parada de bus en Extremadura.




Desde aquí fuimos al bar al ver el carro de los sevillanos auténticos entramos a entregarles la funda de las gafas que nos encontramos en el camino y unas bombillas que se dejaron en el albergue de Mérida, también estaban los vascos y al final nos quedamos a comer aquí, por cierto muy bien.




Antes de salir los vascos estuvieron viendo la cubierta de mi bici y mientras comíamos las lonas se veían cada vez mas fuera. Sonó el móvil y eran José y silvestre que estaban comiendo en el siguiente pueblo, por fin nos pusimos en marcha y María como se aleja poco a poco, yo más preocupado de las ruedas que de pedalear.




De camino pasamos este bonito castillo.




Estamos en VALDESALOR pero no entramos al pueblo nuestra intención es llegar a Cáceres para comprar unas cubiertas.




El siguiente tramo se hizo muy pesado, todo subida y con un calor agobiante, nos acabamos las garrafas de agua y la cuesta no se acababa nunca.




Por fin el cartel de CÁCERES que ganas tenemos de llegar a la tienda de bicis




Llegamos a una rotonda y llamé a José para ver donde estaba el albergue y le conté lo de las ruedas, me dijo que de camino había una tienda de bicis.


Al final en Cáceres pregunte en un surtidor y me hizo un plano para llegar.



En la tienda no tuve mucha elección y compre unas cubiertas para salir del paso, me parecieron muy gordas y grandes pero es lo que había, el mecánico me dijo que había sido un milagro que las cubiertas no reventaran.


Después nos fuimos al albergue y en la cafetería monté las cubiertas.


Mientras María se duchaba me fui a un súper a comprar algunas cosas que necesitábamos, de camino me noté extraño encima de la bici, esta había crecido, las gordas y grandes cubiertas me dieron el primer susto y en una curva estuve a punto de caerme, de vuelta al albergue le conté a María lo sucedido y pensé que sería por llevar poca presión en los neumáticos.




Bueno cuando por fin estábamos listos nos fuimos a la plaza de Cáceres pero estaba todo de obras y arruinaron el ver algo bonito. La plaza sin tanta valla metálica debía de ser preciosa pero así no se pudo ver bien. Para colmo hay una plaga de mini mosquitos que pegan unos picotazos que para qué.




Poco pudimos ver pues el tiempo se nos echaba encima, intentamos quedarnos en una terraza pero como ya dije los mini mosquitos mordían, por lo que decidimos cenar en la cafetería del albergue, de camino vimos a los sevillanos y a José y Silvestre, después de charlar con ellos entramos en el albergue y la señora nos dijo que la cocina estaba cerrada, por lo que nos quedamos sin cenar, bueno yo comí una barrita y acuarios.




Me acerqué a las bicis para ponerle el candado y vi las cubiertas súper gordas que me tienen francamente preocupado pues las sensaciones que tuve al probarlas fueron muy nefastas,… ya veremos mañana.



Por este largo pasillo se accede a las habitaciones, la nuestra queda a la derecha es una con cuatro camas con aire acondicionado y baño. Así son los albergues turísticos de Extremadura.


Conectamos el ordenador para contaros el directo pero no tardamos en dormirnos, a mí me costó algo mas pensando en las cubiertas nuevas de la bici.

1 comentario:

  1. Hola pareja acabo de dejaros un mensaje y estoy viendo las etapas al completo no sé si dará tiempo a verla de Cáceres –Carcaboso.
    Como ya os conté saldré este sábado y hare el mismo camino que vosotros, sería de gran ayuda ver los lugares por donde pasasteis el carril bici del casar ya lo conocía hasta que se acaba de ahí en adelante no lo conozco.
    Gracias a los dos
    Bueno hasta pronto amigos

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